“Consagraré esta segunda vida que me ha sido dada a trabajar por el país y el pueblo”
(De su libro autobiográfico Templada por la desesperanza, motivada por la esperanza).

Si la herida hubiera sido 5 mm más profunda, podría haber perdido la vida en sólo tres minutos.
Mientras la operaban, se acordó todo el tiempo de sus padres que murieron trágicamente; y luego de la operación, expresó su agradecimiento a las muchas personas que rogaban por su pronta recuperación. A partir de entonces, consideró que la vida que había salvado milagrosamente era un regalo del Cielo.

“No ha sido solo con mi fortaleza que he superado los momentos difíciles que he tenido que atravesar. Si he podido sobrellevar los momentos de mayor desesperanza, cuando el sufrimiento es tan grande que parece imposible aguantar un día más, cuando las limitadas fuerzas humanas resultan insuficientes, ha sido porque siempre he creído que mi vida no me pertenece solamente a mí. En este mismo instante, siento que se está abriendo un nuevo camino en mi vida. Sea cual sea, no pienso evitar mi destino. Lo aceptaré con entereza y, si surgen dificultades, las iré superando una a una. La misión que yo creo que me ha sido encomendada es la de construir una nueva esperanza para todos”.