Acompañó a sus padre en las numerosas visitas presidenciales y de inspección que realizó dentro del país, recibió a enviados extranjeros y se ocupó de muchas otras tareas. Recordando esta época, ella manifestó: “Una abeja atareada no tiene tiempo para ponerse triste”.

En este período se interesó profundamente en las necesidades de atención médica de los ancianos y carenciados y tomó conciencia de la necesidad de un sistema de asistencia médica.

Park Geun-hye manifestó a su padre que el país necesitaba de un sistema de cobertura médica de alcance nacional y este primer sistema de seguro de salud del país se implementó en 1977.

Así recuerda ella este hecho: “El camino estuvo plagado de dificultades, pero fue el primer paso para que Corea se convirtiera en un país avanzado en materia de bienestar social.

Le puse mucha dedicación y esfuerzo a la tarea de Primera Dama, por eso conservo una gran satisfacción de ese período”.

Doce años después de su implementación, el sistema de seguro de salud por el que tanto interés sintió Park Geun-hye se hizo universal y ofreció cobertura a la totalidad de la población del país.

En este momento el sistema de seguro de salud de Corea está considerado como uno de los más exitosos del mundo.